Viaje en Barco [Libre]

por **The Melampus** Vie Dic 23, 2016 9:37 pm

Clima Actual: Nublado, lluvia tenue.

El clima de la isla era reacio a la recepción de cualquier incauto que se acercara, como siempre. No habia sido adoptada por los no-muertos sin motivo... pocos vivos podrían pisarla; pero no eran pocos los vivos que habían visto allí, en ese peligroso clima, una oportunidad de comercio sin igual. Una oportunidad que algún que otro miembro de la Confederación de moralidad dudable no pensaría dos veces en tomar.
Era su segundo viaje, Arcturus apenas conocía el camino y estaba seguro de que podría devolver toda la deuda que tenia con su padrastro con estos viajes. Su sonrisa lo decía todo; era un tonto.

Al llegar esta vez a la isla, hizo que los pocos grumetes que habían sido lo suficientemente ineptos como para seguirlo descargaran la mercancía y él se dedico a hacer de mercader intentando generar los mejores precios. Lo que no notó, fue que raudamente habia captado la atención de un felino con un semblante de cualidades extrañas entre sus caminos, el cual tras acercarse intentó dialogar con Arcturus. El humano no notaba hasta donde había profundizado su metida de pata, al ser ahora la victima de uno de aquellos pactos que caracterizaban la frase "pacto con el diablo".
La promesa de cancelar completamente su deuda lo había cegado desde un comienzo, el gato prometió hacerse cargo de su padrastro. Él seria libre de toda deuda, a cambio de destruir completamente su brújula moral y reemplazarla por culpa, que no pensó siquiera se guardaría en su memoria.

"Nos volveremos a ver en la mañana siguiente, ¿si? Te espero aquí... no tardes, o mis hombres querrán paga extra, y no me sobra el dinero, gatito."

22 horas hasta que el barco zarpe

por **Sahtra** Vie Dic 23, 2016 10:28 pm

Estire las patas.
Vale todas mis garras y huesos estan en su lugar, aun dentro decidi pasearme por el cementerio y cazar algunos ratones para luego reanimarlos.
Ellos serian mi comida durante el viaje ~ñam~
Traz la fructifera (o no tan fructifera) caza me dedique a reanimar los animalillos, solo llevaria dos en mis viajes.
El tipo era un zopenco, obviamente iba a examinar la posibilidad de eliminar su padrastro detenidamente, en fin volví a lo que era el mausoleo donde vivía: un lugar ruinoso y nada elegante, además había muchos no muertos usualmente pero no me hacían caso, total era un felino, además eran un grupo de descerebrados.

Excepto uno, el que estaba frente a mí, una armadura andante sin un cuerpo en su interior, mi esclavo, y quien obviamente planeaba llevar a las tierras lejanas, decían que afuera había algo llamado sol.
¿El sol será un gran farol? No sé pero decían que brillaba más que una estrella, y eso era importante. Ya era cuestión de terminar de convencerlo así que hable en la lengua común, claro como siempre mi voz no parecía provenir de mí, sino más bien del ambiente.
Tenía mis palabras listas para el hombre “ estoy aquí” le iba a decir en un susurro e iba a pasar dentro del barco con mi compañero, nadie haría ascos a un gato, no a un barco lleno de posiblemente ratas.

-Bueno, nos movemos, si quieres puedes ir a por un cadáver fresco y llevarlo dentro, al menos así parecerías más humano-
Le dije mientras me lamia las patas, realmente no sé si él tendría razones para irme aunque la mía era simple. Mi madre había llegado de afuera y casi todos los gatos de Rotten están enfermos o son más delgados que un esqueleto, lógicamente iba a buscar pareja en las afueras, una minina de bigotes agudos y clara inteligencia, a mi nivel.
Mi sangre me lo pedía. Ve afuera y encuentrala.

por **Dalmatius Marcus** Dom Dic 25, 2016 12:06 am

Sera mejor que deje el cadáver para cuando hayamos llegado al continente. Si tomase un cuerpo ahora el mismo se echaría a perder durante el viaje. El olor atraerá demasiado la atención. -Respondió Dalmatius a la vez que terminaba de atar una cuerda a su bota derecha. Le temblaban las manos, se podía sentir un rastro de nerviosismo en su voz normalmente calma como una tumba. Poco convencido con el último nudo lo desato y lo volvió a amarrar más firmemente. Cuerdas gruesas de marinero se encontraban sujetando cada pieza importante de la armadura y se extendían un metro hasta atarse a dos barriles en el piso- Vamos, pongámonos en marcha antes de que tenga tiempo de arrepentirme. -Alzo los barriles llevando uno bajo cada brazo.

Entendía que era algo necesario pero la idea de lanzarse al mar en un barco le resultaba aterradora. Si algún inconveniente sucedía durante el viaje y los marineros acababan en el mar podrían nadar o por lo menos flotar en espera de ayuda. En el peor de los casos morirían ahogados ¿Que le esperaría a él si caía al agua? No estaba muy seguro, pero la posibilidad de hundirse hasta el fondo marino y vagar por una eternidad de absoluta oscuridad despertaba en él un terror mayor a cualquiera que había experimentado en aquel archipiélago olvidado por la luz del sol.

por **The Melampus** Miér Dic 28, 2016 6:08 pm

Primer Día de Viaje

Al subirse al barco lo primero que llamaría la atención del dúo era el quejumbroso sonido de las maderas bajo sus pies, aun frente al peso de un simple gato, parecían al borde de romperse.
Pero eso no fue suficiente para llamar la atención de ninguno de los vivos, puesto que ellos seguían cargando barriles en el barco y preparándose para abordarlo cual si se tratara de una carroza llena de rosas. Lo cierto es que cada uno de los marineros estaba más asustado de lo que podría llegar a pensarse, ahora que tenían a dos miembros nuevos en la tripulación del "Lobo Borracho".

Arcturus se acerco dando pasos que podrían llegar a considerarse no solo propios de un borracho, sino de alguien muy falto de agilidad. Y tras posarse en la barandilla izquierda miro a los dos viajeros que ahora lo acompañarían.
Entonces, intentando tomar al gato en brazos, comenzó a hablar y decir. "Quiero que lo de mi padrastro sea rápido, pero que le duela. ¿Sí? No quiero que mi madre sufra, solo él."

A la vez que decía esto, asomaba de entre sus ropajes una pequeña bolsa con monedas. "Sé que no es mucho... pero también podría ser la recompensa si se atienen a mis peticiones." Una sonrisa, burlona, pero siempre dándole esa tonalidad de estúpido que haría que cualquier persona inteligente dejara de tomarlo en serio en ese momento.
Y tras esto, un grito salio de la boca del "capitán". "¡ZARPAMOS!"

Como siempre, el inepto mercader parecía dudar de que algo pudiera llegar a suceder siquiera... pero si alguno se acercara a hablar con el resto de la tripulación, seguramente le contarían algo más.
No pasaron más que un par de minutos, y la lluvia comenzó a caer... no seria el día que el pobre animal místico viera el sol.

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Gato al cementerio

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