Conversaciones bajo el Esbbat [ Privado ]

Llevaba un tiempo sin ir al Esbbat, al menos en cuerpo completo, por lo que estaba más que contento. Esta vez no debía de fingir mi sonrisa tontorrona, la tenía gracias al vino. Podía ver a varias brujas y faunos bailando en la fogata, o los músicos tocando de forma febril. Casi como si fuese una melodía impulsada por una maldición y no por su propia y libre voluntad.

Estaba contento, y lo mejor es que no había visto a mi madre cerca, cosa que me relajaba. Era... una sensación desagradable y a la vez incómoda, no, no la quería tener cerca ¡y que no me dijese nada de la bebida! Sea como fuere, ahí estaba, echando unas especias a mi vino, viendo como poco a poco los colores se difuminaban. La escena era graciosa, demasiado, ver los árboles de color azul, o la tierra roja... oh... pero aún así, no me atrevía a salir a bailar, o a hablar con nadie.

Tanto tiempo lejos de los míos, y mezclándome con los magos, me había hecho algo anti-social, casi como si estuviese sucio, o quizás eso es lo que ellos pensarían. Pero daba igual, tenía una meta, una misión y merecería la pena.