El Legado [Minitrama]

La nieve caía copiosamente en las altas montañas de Elakor. Se decía que en lo más profundo de ella estaba la gran fábrica de armas enanas…pero no era allí hacia donde Darkon iba. Darkon recordaba muy bien que antes de entrar en letargo, cuando él y el resto de los Eternus Regis se separaron, muchos dijeron que se irían a las tierras más extremas del norte, otro a las altas montañas de Elakor…otros a las tierras más extremas del continente. Darkon sabía que tenía que encontrarlos, debía buscar a los pocos que quedaban...la sabiduría tenía que ser devuelta, y él sabía que el tiempo apremiaba.

Darkon iba con su armadura y su espada, bien cubierto debajo de una gran y gruesa capa para protegerlo del frío, a medida que iba escalando por las montañas. Había estado explorando la zona, buscando cuevas para así tener donde descansar durante el día. Sabía que tenía que tener mucho cuidado con las bestias de la noche, por lo que iba actuando con mucho cuidado a medida que avanzaba por el lugar, observando a todos sus alrededores, y sobre todo debajo de la nieve, en caso de que pudiera encontrar alguna criatura debajo de esta.

Su misión era clara, ir revisando una a una, todas las cuevas del lugar. Sabía bien que debía haber un sistema de cuevas en las altas montañas donde muy, pero muy pocas personas podían llegar a aquellos lugares, y probablemente, allí podría encontrar a alguno de sus antiguos compañeros, ahora, el tema era encontrarlos. Debería tener especial cuidado con los monstruos que podría haber en las cuevas, así como los terribles peligros que ahí habitaban. Dragones de hielo, gigantes de hielo, trolles, arañas, y quién sabe cuántos terribles males podrían andar por esas zonas, donde el hombre no se aventuraba. Era el momento de Darkon de conocer los horrores que podían habitar en esas montañas, para poder lograr un bien mejor.