Nest of Bats [ Aengus ]

Historia del Personaje

Podría decir, que era un desecho, y que hoy en día, sigo siendo un desecho. O eso, es lo que todos creen de mí. Cierto es que desde pequeño, no he sido querido, y rara vez comprendido.

Mi madre me abandonó aún cuando no había nacido. Lo más oscuro del bosque del Imperio, se llevó aquello que no quería y con ello, parte de mi alma. ¿Cómo es que viví con seis meses? es un misterio que no sabría revelar. Pero de forma fría y casi salvaje estas me criaron, contándome las atrocidades que los inquisidores harían y el porque mi madre me abandonó. Comprendía la causa, pero no a mi madre.

Podía ver como las lobas, feroces protegían a sus cachorros, como morían por ellos. Pero ella, simplemente, se deshizo de mí, como algo que nunca quiso, o un simple obstáculo. Me marcó, haciendo que estudiase más, practicase más y me mejorase.

Ellas hablaban tan bien de mi madre, y me comparaban con ella. Pero nunca la superaba, decían que era como ella ¡no! debía ser mejor que ella. Por lo que tomé la iniciativa, y decidí a los doce años, fingir ser un pobre muchacho desvalido, un tocado más en busca de ayuda.

Las cinco ancianas se negaron a ello, rehusaron de dicha propuesta, y finalmente pensando que conseguirían doblegar mi voluntad. Decidieron contarle la verdad a mi madre y por fin conocerla. Ella no significaba nada para mí, era solo una meta, la sombra que me abandonó y por la que lucho. No era ella, ni quería serlo, sería mucho mejor.

Por lo que huí, desobedeciendo a las cinco, y acabé en Sangunria, dónde fui adoptado como un supuesto huérfano, que, si lo vemos bien no era mentira. Y es que ¿por qué mentir si puedes torcer la verdad a tu favor?

Y así fue, como pasé varios años, vigilando a los magos, y buscando aliarme con los inquisidores. Sabía que eran un peligro, pero mientras mantuviese un perfil bajo, lo conseguiría. Fingía todo el tiempo, fingía ser cándido, inocente, pobre, amable y dulce. También, era un pésimo mago, tanto que acabaron por darse por vencidos conmigo.

Estúpidos, pero ¿quien dudaría de un joven ingenuo y dulce? jugué un papel que casi me creo, y por un tiempo me gustó ser puro e inocente. Sentir el afecto de la gente, pero no me querían a mí, no, querían a quien interpretaba. Era frustrante, y es que al fin y al cabo, mi búsqueda de poder emanaba de una necesidad de atención, infantil, no sé. Quizás me marcó demasiado la perdida de mi madre, solo los dioses lo saben. Pero ahora, acabé por salir de la escuela de magos, y me alisté como escudero ayudando a un Inquisidor.

¿Fue sencillo? ¿un sucio maléfico con un Inquisidor? pues no, pero parecía que le caí en gracia, y pese a todas las negativas de sus compañeros y allegados. Accedió a tenerme como escudero, y eso... eso me acerca más a mi meta.

Acabaría con todos ellos, y le demostraría a mi madre, que aunque ella quiera dañar al Imperio. Yo atacaré a su fé.

Si es que no muero de camino, claro está.

Otros datos

• Su familiar es un Murciélago Vampiro se llama Calcetines. Su nombre viene de que lo oculta ahí, en sus calcetines cuando no los lleva puestos.
  
• Su rastro mágico está sucio y confuso, pues realiza los hechizos más apropósito cuando los hace como mago. Su rastro mágico, usando brujería es más notable y si rastrean el primer hechizo sería relativamente sencillo, rastrear el resto.
  
• Le guarda rencor, admiración y a la vez, una especie de cariño a su madre. Pero no la ve como tal, solo como una rival, alguien a quien superar. Aunque en el fondo, siempre ha querido su cariño, el orgullo le puede.
  
• Hay veces que disfruta fingir ser quien es, incluso, se ha metido tanto en su papel, que lo ha seguido jugando aún cuando no lo necesitaba.